Disney Channel pasó de
regalarnos joyas en la infancia a decepcionar a la mayoría aquellos que fuimos
fans en el pasado y, no me refiero a los temas que tratan en sus producciones actuales pues, a pesar del
cariño que le tengo al Disney de los años 2000-2012 debo aceptar que, algunos eran más bobos de
lo que parecen pero, sabían fundamentar el humor, el trabajo tenía calidad cosa
que, el Disney de hoy ha perdido por enfocarse en la cantidad.
Podría decir que, a
partir de que la franquicia del ratón comenzó a explotar su nombre en lugar de
su contenido, comenzó la caída en picada de los productos, pasaron de hacer
series que se marcaron generaciones a sólo producirlas de manera desechable.
Producciones como “Hannah
Montana”, “Los Hechiceros de Waverly Place” y “Zack y Cody” contaban con un humor simple,
tramas completas y una producción hecha con el propósito de ganarse al público
y, ahora, las series live action no atrapan al público gracias a la carente
personalidad del show.
Mientras Disney siga preocupándose
más por sacar contenido que nadie pidió, sacando remakes reboots sólo por interés
monetario y no por cariño al producto, mostrará un declive más marcado del que
ya está sufriendo.
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